Y los discípulos de Jesús efectuaban grandes y maravillosas obras, de tal manera que sanaban a los enfermos, y resucitaban a los muertos, y hacían que los cojos anduvieran, y que los ciegos recibieran su vista, y que los sordos oyeran; y obraban toda clase de milagros entre los hijos de los hombres; y no obraban milagros salvo que fuera en el nombre de Jesús.
Y el
Señor los prosperó en gran manera sobre la tierra; sí, al grado de que
nuevamente edificaron ciudades donde se habían incendiado las otras.
Y he
aquí, aconteció que el pueblo de Nefi se hizo fuerte, y se multiplicó con gran
rapidez, y llegó a ser un pueblo hermoso y
deleitable en extremo.
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