Mas a pesar de la magnitud de la tarea, debo obrar
según los estrictos mandamientos de Dios, y hablaros concerniente a vuestras
iniquidades y abominaciones, en presencia de los puros de corazón y los de
corazón quebrantado, y bajo la mirada del ojo penetrante del Dios Omnipotente.
Por tanto, debo deciros la verdad, conforme a la claridad de la palabra de Dios. Porque he aquí, al
dirigirme al Señor, la palabra vino a mí, diciendo: Jacob, sube hasta el templo
mañana, y declara a este pueblo la palabra que te daré.
Y ahora bien, he aquí, hermanos míos, ésta es la
palabra que os declaro, que muchos de vosotros habéis empezado a buscar oro,
plata y toda clase de minerales preciosos que tan copiosamente abundan en esta tierra, que para vosotros y vuestra posteridad es una tierra
de promisión.
NOTA:
Uno de sus líderes -añadió el arqueólogo-, les había dicho que si
respetaban Los Diez Mandamientos durante su ruta hacia California, no tendrían
que entablar ninguna batalla, ya que ellos son pacifistas. "Y lo curioso
es que cuando llegaron a San Diego, la guerra ya había terminado, por lo que no
tuvieron necesidad de pelear".
No hay comentarios:
Publicar un comentario