jueves, 1 de noviembre de 2012

CUMPLIMIENTO DE LOS MANDAMIENTOS

Por tanto, agobia mi alma el que sea constreñido, por el estricto mandamiento que recibí de Dios, a amonestaros según vuestros crímenes y agravar las heridas de los que ya están heridos, en lugar de consolarlos y sanar sus heridas; y a los que no han sido heridos, en lugar de que se  deleiten con la placentera palabra de Dios, colocar puñales para traspasar sus almas y herir sus delicadas mentes.
Mas a pesar de la magnitud de la tarea, debo obrar según los estrictos  mandamientos de Dios, y hablaros concerniente a vuestras iniquidades y abominaciones, en presencia de los puros de corazón y los de corazón quebrantado, y bajo la mirada del ojo  penetrante del Dios Omnipotente.
Por tanto, debo deciros la verdad, conforme a la  claridad de la palabra de Dios. Porque he aquí, al dirigirme al Señor, la palabra vino a mí, diciendo: Jacob, sube hasta el templo mañana, y declara a este pueblo la palabra que te daré.
Y ahora bien, he aquí, hermanos míos, ésta es la palabra que os declaro, que muchos de vosotros habéis empezado a buscar oro, plata y toda clase de  minerales preciosos que tan copiosamente abundan en esta  tierra, que para vosotros y vuestra posteridad es una tierra de promisión.


NOTA:
Uno de sus líderes -añadió el arqueólogo-, les había dicho que si respetaban Los Diez Mandamientos durante su ruta hacia California, no tendrían que entablar ninguna batalla, ya que ellos son pacifistas. "Y lo curioso es que cuando llegaron a San Diego, la guerra ya había terminado, por lo que no tuvieron necesidad de pelear".

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