lunes, 19 de noviembre de 2012

AMENOS QUE NOS ARREPINTAMOS.



Y acontecerá que, a menos que se arrepientan, los  destruiré totalmente de sobre la faz de la tierra; sin embargo, dejarán tras sí un  registro, y lo preservaré para otras naciones que poseerán la tierra; sí, esto haré para que yo revele las abominaciones de este pueblo a otras naciones. Y muchas cosas profetizó  Abinadí  contra este pueblo.
Y aconteció que se enojaron con él; y lo aprehendieron y lo llevaron atado ante el rey, y dijeron al rey: He aquí, hemos traído ante ti a un hombre que ha profetizado el mal concerniente a tu pueblo, y dice que Dios lo destruirá.
Y también profetiza lo malo en cuanto a tu vida, y dice que tu vida será semejante a un vestido en un horno ardiente.
Y más aún, dice que serás como una caña; sí, como una caña seca del campo, la cual las bestias pisan y es hollada con los pies.
Y además, dice que serás como la flor del cardo, que cuando está completamente madura, si el viento sopla, es arrastrada sobre la faz de la tierra; y afirma que el Señor lo ha declarado. Y dice que todo esto te sobrevendrá a menos que te arrepientas; y esto a causa de tus iniquidades.

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