domingo, 9 de diciembre de 2012

SOY MISERICORDIOSO Y BENIGNO.




Porque así dice el Señor: Yo, el Señor, soy  misericordioso y benigno para con los que me  temen, y me deleito en honrar a los que me  sirven en rectitud y en verdad hasta el fin.
Grande será su galardón y eterna será su  gloria.
Y a ellos les  revelaré todos los  misterios, sí, todos los misterios ocultos de mi reino desde los días antiguos, y por siglos futuros, les haré saber la buena disposición de mi voluntad tocante a todas las cosas pertenecientes a mi reino.
Sí, aun las maravillas de la eternidad sabrán ellos, y las cosas venideras les enseñaré, sí, cosas de muchas generaciones.
Y su  sabiduría será grande, y su  conocimiento llegará hasta el cielo; y ante ellos perecerá la sabiduría de los sabios y se desvanecerá el entendimiento del prudente.
Porque por mi  Espíritu los  iluminaré, y por mi poder les revelaré los secretos de mi voluntad; sí, cosas que  ojo no vio, ni oído oyó, ni han llegado siquiera al corazón del hombre.
aun aquellas cosas que existieron desde el principio, antes que el mundo fuese, las cuales el Padre decretó por medio de su Hijo Unigénito, que estaba en el seno del Padre aun desde el  principio, de quien damos testimonio, y el testimonio que damos es la plenitud del evangelio de Jesucristo, que es el Hijo, a quien vimos y con el cual  conversamos en la  visión celestial.

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