Y se esfuerzan por guardar este mandamiento; por
tanto, a causa de esta observancia en cumplir con este mandamiento, el Señor
Dios no los destruirá, sino que será misericordioso para
con ellos, y algún día llegarán a ser un pueblo bendito.
He aquí, sus maridos aman a sus esposas, y sus esposas aman a sus maridos, y sus esposos y esposas aman a sus hijos; y su incredulidad y su odio contra vosotros se deben a la iniquidad de sus padres; por tanto, ¿cuánto mejores sois vosotros que ellos a la vista de vuestro gran Creador?
¡Oh hermanos míos, temo que a no ser que os
arrepintáis de vuestros pecados, su piel será más blanca que vuestra piel,
cuando seáis llevados con ellos ante el trono de Dios!
Por tanto, os doy un mandamiento, el cual es la
palabra de Dios, que no los injuriéis más a causa del color obscuro de su piel,
ni tampoco debéis ultrajarlos por su inmundicia; antes bien, debéis recordar
vuestra propia inmundicia y recordar que la de ellos vino por causa de sus
padres.
Por tanto, debéis recordar a vuestros hijos, cómo habéis
afligido sus corazones a causa del ejemplo que les habéis dado; y recordad
también que por motivo de vuestra inmundicia podéis llevar a vuestros hijos a
la destrucción, y sus pecados serán acumulados sobre vuestra cabeza en el
postrer día.
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