1a. Tesalonicenses 5:18: Dad
gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús.
Si usted, como la mayoría de las personas, disfruta
de los pasajes de la Biblia que le dicen cómo practicar un mandamiento
específico, talvez tenga un problemita con 1 Tesalonicenses 5:18.
¡Parece pedir lo imposible! ¿Por qué debemos dar gracias “en todo”? ¿Por qué no
pudo el apóstol Pablo haber dicho: “Simplemente den gracias” o “Den gracias la
mayor parte del tiempo”?
No tenemos problemas para dar gracias a Dios por
las cosas buenas. Una noche, podemos orar: ”¡Oh, Señor, muchas gracias por lo que me diste hoy!” Pero
al día siguiente sucede algo malo, y terminamos la noche diciendo: “Ay, Dios, ¿por qué? ¿Por qué permitiste
esto”?
Es fácil dar gracias a Dios por un nuevo empleo,
pero difícil alabarlo cuando lo perdemos. Ser agradecido a Dios es fácil cuando
nuestros hijos son obedientes, ¡pero
casi imposible cuando están fuera de control! Por nuestra
naturaleza humana, nuestra gratitud crece en los buenos tiempos, y disminuye en
los malos. El reto es, aprender a actuar con nuestra naturaleza espiritual en
vez de hacerlo con la naturaleza humana.
Cuando alabamos a Dios, incluso en los tiempos
difíciles, suceden dos cosas importantes dentro de nosotros. Primero,
recordamos Su presencia constante en nuestras vidas. Segundo, recordamos la
absoluta dependencia de Él que debe caracterizar nuestras vidas. Alabar a Dios
en los tiempos de adversidad exige un paso de fe que Dios siempre honra.
Dé gracia a Dios hoy por las dificultades en su
vida.
Romanos 8:28: Pues
tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con
la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
¿Cómo podemos dar gracias a Dios en todo, incluso
en los tiempos difíciles? La clave es la Soberanía de Dios. Debemos recordar
que Dios tiene el control. Aun cuando parece que el mundo está en un caos
total, podemos confiar en que Dios sigue siendo el Señor de todo.
Cuando pensemos en dar gracias a Dios por todas las
cosas, la clave es verlo trabajando activamente en todas las cosas. Si usted
puede verlo en todo, podrá darle gracias por todo.
Si Dios está trabajando en todo, tanto en los
tiempos buenos como en los malos, y si Él hace que todas las cosas ayuden a
bien a los que aman al Señor, entonces podemos tener la seguridad de que
nuestros problemas pueden dar, y darán, fruto en nuestras vidas. Al saber que
nuestras dificultades son parte del Plan superior para nosotros, podemos ser
agradecidos por conducirnos a través del camino lleno de hoyos.
¿Hace esto menos
dolorosas las dificultades? Lamentablemente, no alivia el dolor todo el tiempo. Sin embargo,
podemos regocijarnos por el hecho de que Dios está trabajando y usando los
tiempos difíciles para darnos madurez espiritual.
La Biblia nos dice que nuestras pruebas producen
paciencia (Stg. 1:2, 3). Y
el versículo que sigue, dice: “Mas tenga la paciencia su obra completa, para
que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”. Esto
significa que las dificultades y los problemas que encontramos son importantes
y son a menudo, las herramientas que Dios usa para traernos a una relación más
cercana e íntima con Cristo.
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