¡Oh todos vosotros que sois de corazón puro,
levantad vuestra cabeza y recibid la placentera palabra de Dios, y deleitaos en su
amor!; pues podéis hacerlo para siempre, si vuestras mentes son firmes.
¡Pero ay, ay de vosotros que no sois puros de
corazón, que hoy os halláis inmundos ante
Dios!, porque a menos que os arrepintáis, la tierra será maldecida por causa
vuestra; y los lamanitas, que no son inmundos como vosotros, aunque maldecidos con
severa maldición, os castigarán aun hasta la destrucción.
Y el tiempo velozmente viene en que, a menos que os
arrepintáis, ellos poseerán la tierra de vuestra herencia, y el Señor
Dios apartará a los
justos de entre vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario