Todos en algún momento
determinado hemos sentido temor y en más de una ocasión nos hemos sentido
solos. Hay momentos en la vida que pareciera que Dios se ha escondido, esos
momentos en donde por más que oremos y oremos pareciera que Él no nos escucha o
por lo menos no quiere contestarnos. Personalmente he pasado por momentos de
desierto espiritual, en donde he anhela que un ángel del cielo baje y me dé a
beber agua, pero lastimosamente en varias ocasiones no ha sido así. Pero en mi
caminar cristiano he aprendido algo y es lo que quiero compartir contigo:
Es cierto que en la vida de todo ser humano hay desiertos, no puedo negar tampoco
que en la vida de los que somos hijos de Dios también hay momentos en los que
pareciera que Dios se ha apartado de nosotros o se ha escondido, pero también
no podemos negar que en medio de esos sequedales, en medio de esos desiertos o
de esos tiempos de silencio divino hemos experimentado los mejores momentos
delante del Señor. Personalmente mi mejores encuentros con el Señor han sido en
esos momentos de desierto, puesto que pareciera que nuestra alma anhela su
presencia y nuestro espíritu esta sediento de Él, es así como hoy en día puedo
entender que Dios permite momentos como esos para darnos tiempos de refrigerio,
para hacernos ver lo necesitados que estamos de Él y lo mucho que tenemos que
anhelar y buscarlo. En esos momentos es donde el viene como un viento apacible
y nos susurra al oído: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque
yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con
la diestra de mi justicia”. Ah!, que lindas palabras de Dios para nuestras
vidas, “no temas”, como si supiese que sentimos temor de lo que nos rodea, “no
desmayes”, como que conociera nuestro corazón que cuando tenemos temor estamos
propensos a desmayar, pero que lindo es saber que “yo soy tu Dios que te
esfuerzo”, quiere decir que no es que yo quiera esforzarme, sino que es El en
persona a través de su Espíritu Santo quien me esfuerza, luego viene una
promesa preciosa: “siempre te ayudare”, en pocas palabras confirmándote que
estará ahí siempre aun cuando todo parece desierto, luego te dice: “siempre te
sustentare con la diestra de mi justicia”, quiere decir que aun cuando nos
encontremos en sequedales espirituales, El vendrá y nos sustentara, nuestra
alma no morirá de sed de Él, nuestro espíritu no se puede secar, pues Él es la
fuente de agua viva. Amado amigo, posiblemente estés pasando por momentos en
los cuales pareciera que todo está en tu contra, tienes una sed espiritual
tremenda y no encuentras nada en medio del desierto, es ahí en donde Dios
propicia el momento idóneo para encontrarse contigo, para tener uno de esos
momentos inolvidables en tu vida, en donde a lo mejor estarás derramando lágrimas
y sintiendo como nunca su presencia, Él te ama y jamás te ha dejado, solamente
quería recordarte que cuando lo buscas de corazón, lo encuentras. Dios es Fiel
y no puede negarse a sí mismo, es por eso que Él te ama con amor eterno y aun
cuando tú eres infiel, El permanece Fiel a ti y esta vez no será la excepción,
así que te digo en el Nombre del Señor, Permanece con El, junto a Él, allégate a Él, Él siempre está
para nosotros.
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