Y sucedió
que en el año séptimo del gobierno de los jueces hubo unas tres mil quinientas
almas que se unieron a la iglesia de
Dios y se bautizaron. Y así terminó el séptimo año del gobierno de los jueces
sobre el pueblo de Nefi; y hubo continua paz todo ese tiempo.
Y
aconteció que en el año octavo del gobierno de los jueces, los de la iglesia
empezaron a llenarse de orgullo por motivo de sus grandes riquezas, y
sus delicadas sedas,
y sus linos de tejidos finos, y por motivo de sus muchos rebaños y manadas, y
su oro y su plata, y toda clase de objetos preciosos que habían obtenido por su
industria; y en todas estas cosas se envanecieron en el orgullo de sus ojos,
porque empezaron a usar vestidos muy costosos.
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