Y cuando
os dijeren: Preguntad a los evocadores, y
a los adivinos que
atisban y hablan entre dientes: ¿No debe un
pueblo consultar a su Dios para que los vivos oigan de los
muertos?
¡A la ley
y al testimonio! Y si no hablaren conforme
a esta palabra, es porque no hay luz en ellos.
Y pasarán por
la tierra, duramente acosados y hambrientos; y acontecerá que cuando tengan
hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, y alzarán la vista hacia
arriba.
Y mirarán
hacia la tierra, y contemplarán tribulación y tinieblas, obscuridad de angustia;
y serán expulsados a las tinieblas.
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