¿Y
qué haréis en el día de la visitación, y
en la desolación que vendrá de lejos? ¿A quién iréis para que os ayude? ¿En
dónde dejaréis vuestra gloria?
Sin mí se doblegarán ante los cautivos, y
entre los muertos caerán. Con todo esto, no se ha mitigado su ira, sino que su
mano aún está extendida.
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