viernes, 28 de septiembre de 2012

CONSEJERO DE DIOS, PARA EL HOMBRE

Porque un  niño nos es nacido, un hijo nos es dado; y sobre sus hombros estará el  principado; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios  Fuerte, Padre  Eterno, Príncipe de  Paz.
Del aumento de su  dominio y paz no  habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino, a fin de disponerlo y confirmarlo con juicio y con justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los Ejércitos hará esto.

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