He aquí, amados hermanos
míos, ya que se me ha permitido venir a vosotros, trataré, por tanto, de hablaros en mi lenguaje, sí, por mi propia
boca, en vista de que es la primera vez que os hablo con las palabras de mi boca,
pues me he visto totalmente limitado al tribunal, con tantos asuntos que no
pude visitaros antes.
Y he aquí, he venido con
grandes esperanzas y con mucho anhelo de hallar que os habíais humillado ante
Dios y que habíais continuado suplicando su gracia; de hallar que estabais sin
culpa ante él, y de no hallaros en el terrible dilema en que estaban vuestros
hermanos en Zarahemla.
HE aquí, amados hermanos
míos, ya que se me ha permitido venir a vosotros, trataré, por tanto, de hablaros en mi lenguaje, sí, por mi propia
boca, en vista de que es la primera vez que os hablo con las palabras de mi boca,
pues me he visto totalmente limitado al tribunal, con tantos asuntos que no
pude visitaros antes.
Y he aquí, he venido con
grandes esperanzas y con mucho anhelo de hallar que os habíais humillado ante
Dios y que habíais continuado suplicando su gracia; de hallar que estabais sin
culpa ante él, y de no hallaros en el terrible dilema en que estaban vuestros
hermanos en Zarahemla.