El apóstol Pablo fue un gran testigo del Señor y prácticamente cada vez que era
llevado delante de reyes y jueces, iniciaba invariablemente su defensa con su
propio testimonio: «¡Esto fue lo que me sucedió a mí!» (Ver Hechos 26)
¡A la gente le interesa la gente! Relatar la historia de tu vida es mucho más efectivo al testificar que discutir doctrinas teológicas o predicar sermones. Cuando empiezas a contarles la historia de tu vida -«¡Esto fue lo que me pasó, éste es mi testimonio!»-, cautivas su atención inmediatamente, se quedan fascinados. Cuando les hablas de tus propias experiencias, si las relatas con sinceridad y el poder del Espíritu Santo, ¡creerán que les estás diciendo la verdad! ¡Algo que no pueden negar es tu testimonio! ¡Y en cuanto aceptan que es cierto que a ti te sucedió, ya pueden aceptar la posibilidad de que a ellos también les suceda! ¡Conquístalos primero con tu testimonio y tu felicidad, y entonces querrán lo que a ti te hizo feliz!
¡Tú eres la prueba! ¡Eres producto del Evangelio y del amor de Jesús! ¡Cuéntales, pues, a otros, la transformación que ha obrado en tu vida Su poder milagroso, como prueba y ejemplo viviente de lo que Dios puede hacer!
¡A la gente le interesa la gente! Relatar la historia de tu vida es mucho más efectivo al testificar que discutir doctrinas teológicas o predicar sermones. Cuando empiezas a contarles la historia de tu vida -«¡Esto fue lo que me pasó, éste es mi testimonio!»-, cautivas su atención inmediatamente, se quedan fascinados. Cuando les hablas de tus propias experiencias, si las relatas con sinceridad y el poder del Espíritu Santo, ¡creerán que les estás diciendo la verdad! ¡Algo que no pueden negar es tu testimonio! ¡Y en cuanto aceptan que es cierto que a ti te sucedió, ya pueden aceptar la posibilidad de que a ellos también les suceda! ¡Conquístalos primero con tu testimonio y tu felicidad, y entonces querrán lo que a ti te hizo feliz!
¡Tú eres la prueba! ¡Eres producto del Evangelio y del amor de Jesús! ¡Cuéntales, pues, a otros, la transformación que ha obrado en tu vida Su poder milagroso, como prueba y ejemplo viviente de lo que Dios puede hacer!
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