jueves, 2 de agosto de 2012

«ECHA SOBRE EL SEÑOR TU CARGA, Y ÉL TE SUSTENTARÁ.» (SAL.55:22)



Dice el Señor en Su Palabra que nunca te dará más de lo que puedas soportar y que siempre te dará una salida (1Cor.10:13). De una manera u otra, Él siempre te facilitará las cosas o al menos te ayudará a soportarlas. Dice incluso, de nuestro servicio a Él: «¡Mi yugo es fácil, y ligera Mi carga!» (Mat.11:28-30) En determinadas ocasiones ese versículo podrá brindarte mucho aliento, si te ves tentado a sentir que la vida es demasiado difícil y que la carga -esa dificultad por la que estés atravesando en el momento- es demasiado pesada.
A veces el camino es duro y accidentado, la carga se hace pesada y penosa y las personas con las que te cruzas no siempre son amables. ¡Pero por lo general nuestro camino es llano y feliz, el Señor nos ayuda a llevar la carga y ayudamos a rescatar muchas almas perdidas!
Por eso, si alguna vez te sientes sobrecargado y decaído, ¡échale la carga a Jesús! ¡Y si, en efecto, el peso es excesivo, Él te ayudará a llevarlo! ¡Busca al Señor! ¡Echa sobre Él tu carga! ¡Déjala caer sobre Él, hazte a un lado y échate a dormir! ¡Que sea Él quien vele toda la noche! ¡No te preocupes! ¡Deja que sea el Señor quien se preocupe! ¡Sus hombros son suficientemente amplios para llevar la carga que sea, todas las cargas juntas, incluida la Suya propia!

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