Dios
siempre decide acertadamente, aunque nosotros no entendamos lo que hacemos.
Siempre y cuando le obedezcamos y sigamos, Él seguirá adelante y pronto
sabremos hacia dónde vamos. Como las ovejas tras su pastor. Jesús dijo: «Cuando
el Buen Pastor ha sacado fuera Sus ovejas, va delante de ellas; y las ovejas le
siguen.» (Juan 10:4) Jesús sabe lo que hay más adelante. Sabe dónde están los
verdes pastos y los pasos de montaña, y por dónde corren las aguas
refrescantes. Sabe dónde están los rediles y dónde estarás a salvo y seguro.
¡Conoce también los lugares peligrosos, y más vale que no te separes de Él!
No
deberías dar un paso si no es en pos de lo que te indica la mano de Dios. No te
puedes fiar de tu propia prudencia, no puedes apoyarte en tu propio
entendimiento: ¡debes buscar la guía e indicaciones sobrenaturales, milagrosas
y poderosas de la mano de Dios! Si sigues al Señor, nunca errarás. Él está ahí
al lado tuyo y sabe exactamente qué hacer. No intentes adelantarte para
mostrarle el camino que quieres que siga. Es Él quien debe guiar, dado que sólo
Él es capaz de hacerlo. Así que, por el amor de Dios, ¡sigue a Dios!
Que
nuestra oración sea: «Señor, te seguiré; muéstrame el camino.»
AUTORIA - MACB
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