Recuerda: ¡más vale prevenir que curar! ¡Más vale
valla en la cumbre, que hospital en el abismo! La mejor manera de evitar
enfermedades es obedecer las leyes naturales de Dios: ¡vivir bien, comer bien,
trabajar bien, divertirse bien, descansar bien, amar bien y mantener una buena
relación con el Señor!
¡No puedes violar las leyes sanitarias de Dios, abusar
de tu cuerpo y luego esperar tener buena salud, porque Dios ha puesto en ti un
mecanismo de autodestrucción para castigar tus desobediencias a las reglas!
Dios ha establecido reglas por razones concretas. ¿Qué
razones son? Él impone reglas porque te ama y quiere protegerte y cuidarte;
¡quiere que te guardes a ti mismo guardando las reglas! ¡A fin de cuentas, si
te creó, sabrá qué es lo que más te conviene! (Éxo.15:26)
Por todo esto, dedícale atención a la prevención
ahora, y no tendrás que preocuparte por la curación después. ¡Obedece esas
lógicas reglas para la buena salud cuidando bien de Su Creación y
proporcionándole la debida atención que el Creador sabe que necesita!
¡Obsérvalas tanto como puedas, y te harán sentir más saludable y feliz! ¡Que
Dios te bendiga y te mantenga con buena salud!
MACB
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