miércoles, 14 de noviembre de 2012

CLAMABA DESDE LA MAÑANA HASTA LA PUESTA DEL SOL.



Porque  clamaba desde la mañana hasta la puesta del sol, exhortando a los del pueblo a creer en Dios para arrepentimiento, no fuese que quedaran  destruidos, diciéndoles que por medio de la  fe todas las cosas se cumplen:
de modo que los que creen en Dios pueden tener la firme  esperanza de un mundo mejor, sí, aun un lugar a la diestra de Dios; y esta esperanza viene por la fe, proporciona un  ancla a las almas de los hombres y los hace seguros y firmes, abundando siempre en  buenas obras, siendo impulsados a  glorificar a Dios.
Y acaeció que Éter profetizó al pueblo cosas grandes y maravillosas, las cuales no creyeron, porque no las veían.
Y ahora yo, Moroni, quisiera hablar algo concerniente a estas cosas. Quisiera mostrar al mundo que la  fe es las cosas que se esperan y  no se ven; por tanto, no contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la  prueba de vuestra fe.
Porque fue por la fe que Cristo se manifestó a nuestros padres, después que él hubo resucitado de los muertos; y no se manifestó a ellos sino hasta después que tuvieron fe en él; por consiguiente, fue indispensable que algunos tuvieran fe en él, puesto que no se mostró al mundo.
Pero por motivo de la fe de los hombres, él se ha manifestado al mundo, y ha glorificado el nombre del Padre, y preparado un medio por el cual otros pueden ser partícipes del don celestial, para que tengan esperanza en las cosas que no han visto.

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