jueves, 29 de marzo de 2012

JESUCRISTO ES EL CAMINO

Más que ninguna otra cosa, Dios desea ayudarnos en esta vida y bendecirnos con la vida eterna en la venidera. Él nos envía Su Espíritu para ofrecernos esta ayuda; pero las Escrituras dicen que Su Espíritu no puede estar con nosotros si somos impuros. Por más que nos esforcemos por vivir vidas buenas, todos nosotros cometemos pecados que nos separan de Dios.
Estar separados de Dios por causa del pecado se llama la muerte espiritual. Sentimos una profunda soledad cuando nos alejamos de Dios, nuestro Padre Celestial.
¿Cómo podemos superar la muerte espiritual y tener siempre el Espíritu de Dios con nosotros si somos imperfectos?
DIOS PROVEYÓ UN SALVADOR

Nuestro Padre Celestial eligió a Su Hijo, Jesucristo, en nuestra vida premortal y lo envió a la tierra para ser nuestro Salvador. Si creemos en Jesucristo, obedecemos Sus enseñanzas y nos arrepentimos cuando pecamos, Su Expiación, o sacrificio, puede limpiarnos de nuestros pecados y hacernos dignos de regresar a la presencia de Dios. El sacrificio y la resurrección de Cristo también nos permiten vencer la muerte física. Cada uno de nosotros resucitará tal y como Cristo resucitó, y vivirá para siempre con un cuerpo perfecto después de dejar esta vida.

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