Las relaciones más poderosas no son aquellas que te dan
dinero, sino aquellas que te dan una palabra que transforma tu vida.
Queremos todo de Dios. Queremos protección, queremos
provisión, y queremos que él nos dirija. Pues la clave es bien fácil: Haz lo
que él pidió, y tienes su presencia, su presencia trae su gloria, y su gloria
trae su bien sobre ti. No te faltará nada, estarás protegido, y tendrás
dirección. Él estableció un pacto. Él dijo que, si tú cumples lo que él pidió,
él estaría contigo, hasta el fin del mundo.
Lo que Dios va a usar para bendecirte es lo que ya tienes
en tu mano. Sé agradecido, confía en que el Padre te escucha, y verás la
multiplicación en tus manos.
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