Cuando piensas en Mí, cuando acudes a Mí,
cuando Me pides por ti o por
otros,
siempre ESTOY.
Lo que sientes no es una ilusión,
esa sensación que te desborda,
que llena tus ojos de lágrimas,
y que te ocurre cada vez que
acudes
a Mí y me “ves” con los ojos del
corazón
acercándome a ese hermano por el
que me estás
pidiendo, es tan real como que en
estos momentos respiras.
M.A.C.(Sud-Pereira-C.)
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