He aquí, él se ofrece
a sí mismo en sacrificio por el
pecado, para satisfacer las demandas de la ley, por todos los de corazón
quebrantado y de espíritu contrito; y por nadie más se pueden satisfacer las demandas de la ley.
Por lo tanto, cuán
grande es la importancia de dar a conocer estas cosas a los habitantes de la
tierra, para que sepan que ninguna carne puede morar en la presencia de Dios, sino por medio de los
méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías, quien da su vida, según la
carne, y la vuelve a tomar por el poder del Espíritu, para efectuar la resurrección de los
muertos, siendo el primero que ha de resucitar.
De manera que él es
las primicias para Dios, pues él intercederá por todos
los hijos de los hombres; y los que crean en él serán salvos.
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