¿Alguna vez en tu vida, has
sentido sed de Dios?
Todos alguna vez hemos
sentido tristeza, angustia, dolor, necesidad, ¡Eso es sed de Dios! pero a causa de qué nos ocurre
esto? De la ausencia que llevamos dentro de nosotros, si tuviéramos a un Dios
alojado en nuestro corazón, nuestro espíritu estaría libre de ataduras que
mortifican nuestra alma.
La Iglesia de Jesucristo de
los Santos de los Últimos Días enseña que sus miembros deben luchar para ser
perfectos. Afortunadamente esta perfección da como resultado la exaltación al
convertirse en un dios. Con mucha frecuencia los Mormones citarán la Biblia
para sostener su posición: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre
que está en los cielos es perfecto.” (Mt 5:48). Los Mormones, basados en este
versículo, enseñan que el ser perfecto significa convertirse en dios, lo cual
es un acontecimiento futuro aún cuando el versículo, insta a ser perfectos en
el presente.
Adicionalmente, el Libro del Mormón dice:
“Porque
nosotros trabajamos diligentemente para escribir, a fin de persuadir a nuestros
hijos, así como a nuestros hermanos, a creer en Cristo y a reconciliarse con
Dios; pues sabemos que es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos;” (2 Nefi 25:23;
énfasis añadido).
Note que éste dice que somos salvos por gracia "después de hacer cuanto podamos." Esto confirma
la enseñanza Mormona acerca de trabajar fuertemente para ser bueno, hacer
buenas obras y obtener así el más alto nivel de exaltación.
La inclinación hacia la perfección entre los Mormones es una
enseñanza repetitiva. Esta perfección no se trata simplemente de tratar,
significa triunfar sobre el pecado:
Spencer W. Kimball dice:
“El ser perfecto
significa triunfar sobre el pecado. Esto es un mandato del Señor. Él
es justo, sabio y amable. Él nunca requerirá nada de sus hijos que no fuera
para el beneficio de ellos y que no fuera alcanzable. La perfección, es por lo
tanto un objetivo alcanzable.” Como puede ver, al Mormón se le
enseña que debe triunfar sobre el pecado, que es salvo por gracia pero después
de hacer todo lo que esté a su alcance y que debe ser perfecto. De hecho,
muchos Mormones me han dicho que el evangelio es la Ley y las Ordenanzas de la
Iglesia Mormona y más allá de verificar que el perdón de pecados en la iglesia
de los SÚD depende de la persistencia y el esfuerzo necesario que el Mormón
tenga para guardar las Leyes de Dios.
Todos alguna vez en la vida hemos sentido Sed de Dios, pero estamos tan ciegos que no sentimos su presencia.
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