Para preguntarle a Dios a qué iglesia
debía de unirse, José se apartó a una arboleda cercana a su casa. Teniendo un
deseo sincero de encontrar la verdad salió para orar y recibir la respuesta de
la única persona que no podía mentirle, Dios el Padre. Al encontrarse solo,
José se arrodilló para orar y empezó a expresar los deseos de su corazón. José
escribió lo que sucedió en sus propias palabras:
“vi una columna de luz, más brillante que el sol, directamente arriba
de mi cabeza;
y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí… Al reposar
sobre mí la luz, vi en el aire arriba de mí a dos Personajes, cuyo fulgor y
gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi
nombre, y dijo, señalando al otro: Éste es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!” (José Smith—Historia 1:16–17)
Cuando José pudo hablar entonces preguntó
a qué iglesia debía unirse y se le dijo que no debía unirse a ninguna, que él
sería el medio por el cual la Iglesia de Jesucristo sería restaurada de nuevo a
la tierra. Esa visión sirvió también para recibir más revelaciones e
instrucciones.
GRACIAS
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