EL AYUNO, UNA FORMA DE ACERCARNOS A NUESTRO PADRE CELESTIAL DESDE LO ESPIRITUAL. LO QUE SE PAGA POR EL AYUNO SIRVE PARA LA AYUDA DE LOS NECESITADOS. QUE FORMA DE DAR, LO QUE TU MANO DERECHA HAGA TU IZQUIERDA NO LO SEPA. MACB
El ayuno es una forma de demostrar la humildad, y nos permite recibir ayuda divina. Jesucristo ayunó por cuarenta días y cuarenta noches, Satanás lo tentó, y Él lo rechazó. En Mateo 4:10-11 dice:
“Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían”.
El Señor no nos requiere que ayunemos por cuarenta días, sino que nos acerquemos a él en oración y ayuno. Como seguidores de Cristo, los Santos de los Últimos Días practicamos el ayuno acompañado de la oración, y el dar a los pobres y necesitados, y lo consideramos como una manera de adorar a Dios.El ayuno es una práctica religiosa, que se lleva a cabo desde la antigüedad y aún se realiza en los últimos días por muchos cristianos. El ayuno se practica entre los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (o Mormones) como una forma de adoración y sacrificio. Al ayunar, los miembros de la Iglesia nos abstenemos voluntariamente de ingerir alimentos y bebidas por un período de veinticuatro horas con el fin de acercarnos más a Dios y pedir Sus bendiciones. El ayuno va acompañado de la oración y la lectura de las escrituras, para mantenerse a tono con el espíritu, y lograr mayor acercamiento al Señor. El dinero que se podría haber gastado en los alimentos durante esas dos comidas consecutivas, se dona como ofrenda de ayuno.
Las ofrendas de ayuno, que es el dinero donado por el ayuno, se le entrega al obispo, quien tiene la responsabilidad de ayudar a las personas a nuestro alrededor que necesitan de alimentos o ropa.
El ayuno se practica desde la antigüedad, en Mateo 6:16-18 y en Mateo 6: 1-4 nos dice:
“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas: porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú cuando ayunes, unge tu rostro y lava tu cara, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tú Padre que esta en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensara en público.
Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que esta en los cielos. Cuando pues, des limosna, no hagas tacar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calle, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto y tu Padre que ve en lo secreto te recompensara en público.”
Actualmente, en la Iglesia se designa el primer domingo del mes para la práctica del ayuno. Ese día se conoce como “día de ayuno y testimonio”. Se puede hacer el ayuno individual o como familia.
Al ayunar nos sentimos más cerca de nuestro Padre Celestial y le demostramos que le amamos y que dependemos de él. Nuestro Padre Celestial escucha nuestras peticiones al ver que estamos dispuestos a sacrificar lo físico por lo espiritual.
El ayuno es una manera de demostrar a Dios, y a ti mismo, que tomas en serio tu relación con ÉL. El ayuno te ayuda a obtener una nueva perapectiva y una renovada confianza hacia DIOS.
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