sábado, 21 de julio de 2012

VENGA, PONGAMOS AL MUNDO ARDIENTE POR DIOS E ILUMINEMOS LOS CORAZONES DE LOS HOMBRES DE TODAS PARTES!



Ya llega a su fin el corto día del hombre. - Como una vela que se acaba... pronto se apagarán las luces del mundo "y habrá gran oscuridad en toda la tierra". En este mundo tan oscuro, nosotros somos como rayitos de luz. - Hemos de seguir brillando entre las tinieblas, dando luz al mundo. - ¡Nunca pienses que porque hay tanta oscuridad no vale la pena tener un poco de luz, pues en la oscuridad se ve incluso una vela a más de un kilómetro! ¡Cuanto más profunda sea la oscuridad, más brillará la luz! - ¡Entusiásmate con Dios, y el mundo vendrá a ver tu ardor! La oscuridad nos rodea y parece mucho mayor que la luz, ¡mas no puede vencer a la luz! ¡Le es imposible apagar la luz porque la oscuridad misma se ve destruida por la luz! - Aunque el Enemigo echara agua a nuestro fuego, nada podría apagar el fuego del Espíritu de Dios, hará que arda aun con más intensidad - ¡hasta que ilumine incluso las tinieblas! ¡Haremos que el mundo arda con el poder de Su Espíritu, para consumir la madera, el heno y la paja, los desechos y el tamo, dejando solamente oro, plata y piedras preciosas para Su corona!

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