Los hombres son llamados a ser sumos sacerdotes por causa de su gran fe y buenas obras—Deben enseñar los mandamientos—Mediante la rectitud son santificados y entran en el reposo del Señor—Melquisedec fue uno de éstos—Ángeles declaran alegres nuevas por todas partes—Revelarán la realidad de la venida de Cristo. Aproximadamente 82 a.C.
1 Y además, hermanos míos, quisiera dirigir vuestros pensamientos hacia la época en que el Señor Dios dio estos mandamientos a sus hijos; y quisiera que os acordaseis de que el Señor Dios aordenó sacerdotes, según su santo orden, que era según el orden de su Hijo, para enseñar estas cosas al pueblo.
2 Y esos sacerdotes fueron ordenados según el aorden de su Hijo, de una bmanera que haría saber al pueblo el modo de esperar anhelosamente a su Hijo para recibir la redención.
3 Y ésta es la manera conforme a la cual fueron ordenados, habiendo sido allamados y bpreparados desde la cfundación del mundo de acuerdo con la dpresciencia de Dios, por causa de su fe excepcional y buenas obras, habiéndoseles concedido primeramente eescoger el bien o el mal; por lo que, habiendo escogido el bien y ejercido una ffe sumamente grande, son gllamados con un santo llamamiento, sí, con ese santo llamamiento que, con una redención preparatoria y de conformidad con ella, se dispuso para tales seres.