martes, 14 de agosto de 2012

SÉ UNA FIEL OPERADORA: ¡ORA!



La oración es exactamente como una llamada telefónica. Cuando Dios te pone en la cabeza un pensamiento acerca de alguien, es que te está llamando. Te está haciendo una llamada telefónica, y quiere que hagas de operadora y le pases la llamada a la persona con la que desea hacer contacto.
¡Dios hace la llamada! Luego tú haces de operadora y tienes que pasarla. Dios inserta la clavija, y si la sacas, podrás comunicarte con la persona a la que Dios desea ayudar. ¡Tu fe es la mano que acciona el interruptor para que los demás reciban el recado de Dios! ¡Eres el enlace entre Dios y ellos, y si no pasas la llamada, jamás les llegará!
También es cierto que a la persona del otro lado de la línea le corresponde levantar el auricular cuando suene, y que tiene que escuchar y aceptar la llamada. No puedes obligarlos a aceptarla, ni a que levanten el teléfono. ¡Esa parte es responsabilidad de ellos! ¡Hay infinidad de razones por las que, al hacer de operadora, te puede resultar difícil comunicarte, pero debes seguir intentándolo!
¡Por favor, ora! Tú eres la operadora. Responsabilidad tuya es pasar el encargo. ¡Por favor no falles; o alguien podría perderse la importante llamada de Dios!

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